Ecología y Desarrollo (Ecodes, socio analista de EIRIS) y Economistas sin Fronteras (EsF, socio comercial de EIRIS), presentan hoy en España el estudio de investigación realizado por la agencia de calificación inglesa Ethical Investment Research Services (EIRIS) y el organismo australiano Centre for Australian Ethical Research, (CAER). Dichas entidades publicaron el pasado 11 de octubre un informe conjunto que analiza los desafíos y las oportunidades a los cuales se enfrentan las compañías que actúan en áreas donde los derechos de las poblaciones indígenas se ven amenazados. Asimismo, el informe examina las medidas implementadas por las empresas para abordar las cuestiones relacionadas con los derechos indígenas y territoriales.
Globalmente, se estima en 500 millones el número de personas indígenas en más de 70 países, que representan unos 5.000 idiomas y culturas, y con presencia en los cinco continentes. Las compañías comprometidas en actividades que pueden vulnerar los derechos de los pueblos indígenas, tal y como se contemplan en la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas, se enfrentan a crecientes riesgos de reputación, potencialmente relacionados con cuestiones de acceso a capital, perjuicios de marca e imagen, licencias de operación, y riesgos operacionales como amenazas de litigios y regulaciones más estrictas.
El informe Indigenous rights, indigenous wrongs: risks for resource sectors (Derechos indígenas, injusticias indígenas: riesgos para los sectores de recursos primarios) examina las políticas y estrategias adoptadas por siete grandes compañías que operan en países y sectores para los cuales la cuestión de los derechos indígenas territoriales y marítimos es identificada por EIRIS como un riesgo potencial para el negocio: Anlo-Eastern Plantations, Barrick Gold, BHP Billiton, Suncor Energy, Total, Weyerhaeuser y Woodside Petroleum. El informe concluye que, mientras algunas compañías sí tienen en cuenta aspectos relativos a los derechos indígenas, ninguna de ellas va lo suficientemente lejos:
• la mayoría de las empresas examinadas tienen un compromiso público básico en lo relativo a derechos indígenas, así como un compromiso de consulta activa • de los sectores de alto riesgo analizados, las industrias extractivas (petróleo, gas y minería) son las que han demostrado una mejor respuesta, frente a sectores como la silvicultura o la agricultura que se quedan atrás • sólo unas pocas empresas están claramente comprometidas a alcanzar el libre consentimiento con información previa 2 (sin manipulación ni coerción) en todos sus proyectos; o están gestionando adecuadamente los procesos de diálogo y consentimiento • la calidad de la información pública sobre derechos indígenas es generalmente pobre, proporcionando generalmente respuesta a las acusaciones sobre violaciones de derechos indígenas pero con muy poca información voluntaria sobre incumplimientos.
“Dado el alto grado de atención que las ONGs y los medios de comunicación prestan a los derechos de los pueblos indígenas y la introducción de legislación más rigurosa en muchos países, aquellas empresas con claros compromisos y procesos de diálogo efectivos saldrán, sin duda, beneficiadas en un ambiente en el que el acceso a la tierra y a los recursos es cada vez más difícil” dijo Stephanie Maier, Directora de Análisis de EIRIS. “Cuando hablamos de derechos indígenas estamos hablando de derechos humanos, un campo en el que las empresas y los inversores son cada vez más conscientes” agregó.
Christal George, Analista de Ética Corporativa de CAER dijo: “La reciente adopción de la Declaración sobre Derechos de los Pueblos Indígenas por los 143 países miembros de la Asamblea General de Naciones Unidas, ha lanzado una clara señal de que a medida que los estándares internacionales evolucionen, las empresas se van a encontrar más y más en el centro de atención y sus acciones van a ser escrutadas. Las empresas comprometidas a alcanzar el libre consentimiento con información previa en todos sus proyectos, no sólo están mejor situadas para mitigar los riesgos, sino que también se podrán beneficiar del conocimiento y experiencia de estos pueblos.”
En el siguiente link tienes el informe completo:
Fuente de la noticia: Fundación Economistas sin Fronteras