El Festival Internacional de Cine del Sáhara (FiSahara) celebrará su décima edición en los campamentos de población refugiada saharaui del 8 al 13 de octubre. La wilaya de Dajla se convertirá en punto de encuentro entre cineastas, periodistas, defensores de derechos humanos, cooperantes y sociedad civil, que viajarán hasta allí para mostrar su solidaridad con esta causa.
Ayer, 2 de Octubre de 2013, OMC Radio acudió a la rueda de prensa de la X edción del Fisahara y entrevistamos al delegado del Frente Polisario en Madrid, Abdulah Arabi y a la representante nacional de las Mujeres Saharauis, Jadiyetu Mohtar. Nos hablaron de cómo tendrá lugar la celebración del festival, de la situación actual del pueblo saharaui en los campamentos de refugiados y del papel de la mujer en el conflicto como motor activo en la lucha pacífica por la autodetermitanición.
El conflicto del Sahara es un ejemplo de lucha social pacífica e infatigable por sus derechos de independencia. Un pueblo obligado a vivir dividido y sin territorio desde hace 40 años: La mitad de su población habita en jaimas dentro los campamentos de refugiados en el desierto de Argelia y dependiendo de la ayuda humanitaria, mientras que el resto lo hacen en territorio ocupado por Marruecos, separados por un muro de minas antipersonales: “El muro de la vergüenza”.
El Sahara Occidental era una colonia española en el año 1974, pendiente de un referéndum de autodeterminación. Sin embargo, España traicionó al Sahara entregando su territorio a Marruecos y Mauritania. Tras la ocupación, mediante bombardeos de las fuerzas aéreas marroquís, miles de saharauis huyeron al desierto y el Frente Polisario planteó una guerra de guerrillas. Aunque Mauritania se retiró de la guerra, los combates con Marruecos se extendieron todavía 16 años más. Tras finalizar la guerra, Marruecos ocupó el 80% del territorio, quedándose con las zonas más ricas de pesca y minas de fosfatos y construyó el famoso “muro de la vergüenza” que ha causado la muerte y la discapacidad a miles de Saharauis.
A día de hoy, el Sahara Occidental todavía sigue esperando el referéndum de autodeterminación. A pesar de que ningún país lo reconoce como parte de Marruecos, existen intereses económicos y políticos por parte de sus aliados, entre ellos, España, para dejar al pueblo Saharaui sin respuesta, en el olvido y la indiferencia.