Durante los meses de octubre y noviembre la Escuela Pública de Animación y Educación en el tiempo libre de la Comunidad de Madrid está realizando un curso de Formación de Formadoras y Formadores en 13-40 espacio joven, en Entrevías.

En este contexto, y con un enfoque educativo, pretendemos acercar el uso del Lenguaje inclusivo como una herramienta esencial en el cambio y transformación de la sociedad, para alcanzar valores de igualdad real entre mujeres y hombres.

Por ello, un grupo de formadoras y formadores del curso, han investigado sobre este tema y quieren compartir los resultados con todas y todos, con la idea de sensibilizar y fomentar un buen uso del lenguaje inclusivo, aportando claves e ideas que se pueden aplicar desde el aprendizaje y la enseñanza.

Nuestra intención ha sido rescatar claves e ideas para utilizar el lenguaje inclusivo tanto en nuestra vida rutinaria como en nuestros ámbitos laborales o educativos como formadoras o formadores. Os dejamos este breve avance donde puedes rescatar algunas claves…

Y os animamos a escuchar o descargar estas entrevistas que nos acercan al uso del lenguaje inclusivo con dos perspectivas diferentes pero con un camino común, la igualdad real entre mujeres y hombres:

Entrevista a Laura Sánchez, de Federación Mujeres Jóvenes

La Federación Mujeres Jóvenes aglutina a diversas asociaciones de mujeres cuya finalidad es fomentar la igualdad entre mujeres y hombres desde todos los ámbitos, desde una perspectiva feminista( empleo, formación, asociacionismo, salud, prevención en violencia de género…) siempre con la idea de trabajar para avanzar en el camino de la igualdad.

Laura Sánchez García, experta en género e igualdad, feminista, formadora y coordinadora técnica de la Federación Mujeres Jóvenes nos atiende por teléfono para hablar del uso del lenguaje inclusivo como una herramienta clave para alcanzar una igualdad real entre mujeres y hombres.

El enfoque en este caso es doble, por un lado sensibilizar y fomentar el uso de un lenguaje inclusivo real. Por otro lado queremos acercar esta entrevista a todas aquellas personas que participan de alguna manera en la enseñanza, educación o formación (formal, no formal o informal) para reflexionar sobre su uso en nuestras formas de aprendizaje-enseñanza.

«…Un uso inclusivo del lenguaje no supone más que incluir a las mujeres en el mismo. Incluirlas en las formas y en el fondo…».

Estamos acostumbradas a hablar y a comunicarnos en masculino. El lenguaje invisibiliza a través de su mal uso a la mujer. Es otra forma más de debilitar y ocultar a la mujer, degradando la igualdad real entre todas y todos.

Laura nos acerca dos vertientes teóricas que se utilizan en la práctica del lenguaje no inclusivo: el androcentrismo y el sexismo.

El lenguaje androcéntrico nos acerca una visión del mundo eminentemente masculina. El hombre como medida central de todas las cosas. La historia del mundo es la historia de los hombres del mundo. Pocas veces nos cuentan las cosas desde la perspectiva de la mujer. Esta forma androcentrista de comunicarse puede ser voluntaria o involuntaria (precisamente derivada de la educación masculina recibida durante años). En cualquier caso, nos comenta Laura, hay que ser consciente de esto para poder transformar en el fondo el uso del lenguaje. Seguir haciendo uso de un lenguaje androcéntrico es seguir usando esa visión masculina de las cosas.

El lenguaje sexista es más intencional. Es discriminatorio con las mujeres, las debilita, las menosprecia, se recrea en el aspecto físico de la mujer, o en su posición de segundona en la sociedad, o las trata como objetos (utilizando artículos determinados por poner un ejemplo) Es un lenguaje altamente interiorizado y muchas veces no nos damos cuenta.

Pero, ¿cómo se puede defender un lenguaje más inclusivo en un entorno tan hostil?

Laura analiza la situación actual, basada en la experiencia de su trabajo diario, y manifiesta una desigualdad que sigue en vigor en todos los ámbitos. Los agentes socializadores siguen siendo mecanismos de reproducción de las desigualdades con un uso no inclusivo del lenguaje que además está institucionalizado que defiende un sistema patriarcal de nuestra sociedad.

Los medios de comunicación reproducen continuamente las desigualdades. Desde el movimiento feminista se reivindica el cambio en el uso del lenguaje (un ejemplo son los titulares donde las mujeres aparecen muertas en los medios de comunicación, en vez de asesinadas).

«…Las políticas públicas no hacen una apuesta real para impulsar una igualdad de género. Se han conseguido cosas, pero la sociedad necesita mucho más impulso y más apoyo real. Hay leyes de igualdad que están muy bien pero a veces no van acompañadas de un presupuesto real para que se pongan en marcha…»

Otro ejemplo es la nomenclatura de las profesiones. Las que conllevan una mayor responsabilidad o prestigio se nombran en masculino y las que pasan más desapercibidas o son más invisibles y no por ello menos importantes se nombran en femenino.

El lenguaje por sí solo, tiene un potencial transformador muy grande, pero tiene que venir empujado por la intención, por la voluntad de querer cambiar la realidad.

Laura Sánchez piensa que el uso del lenguaje inclusivo es esencial que comience en la base, en la educación, desde que comenzamos a ser educados y a educar. La infancia es un momento transformador vital. Querer avanzar hacia la igualdad conlleva reflexionar y autocriticarse. ¿Qué les decimos a las niñas y a los niños? ¿Cómo les educamos? ¿Qué referentes ponemos en su experiencia, en su aventura en el aprendizaje?

«…una vez nos ponemos las gafas violetas y vemos el mundo en clave de desigualad – igualdad es imposible llegar a un aula y hablar en masculino (sólamente) y es imposible de no hablar de la historia de las mujeres. Pero para eso hay que hacer una labor formativa y de sensibilización primero…»

También en la charla pudimos reflexionar sombre el lenguaje a través de la imagen, de la publicidad, de los medios escritos o visuales distorsina la realidad y perjudica a la salud tanto física como mental. El valor extremo de la belleza en las mujeres frente a otros valores más importantes y vitales deforma la igualdad y menosprecia y debilita a la mujer. Frente a esto hay que acercar a los jóvenes esos valores inclusivos no sólo a través del lenguaje sino en las actitudes y en las acciones.

¿Y qué ocurre cuando nos encontramos con un grupo de personas adultas y encontramos reticencia o rechazo ante el uso del lenguaje inclusivo, dentro o fuera de las aulas?

Para Laura Sánchez «…no hay cabida para los términos medios… si incomoda es porque algo hay… buscar soluciones creativas en el aula…en ningún caso no ceder a un lenguaje no inclusivo…»

Laura concluye la entrevista con la siguiente reflexión: «… todas las personas que tenemos la sensibilidad de querer transformar la sociedad… tenemos la responsabilidad de hacer todo lo que esté en nuestra mano… usando un lenguaje no sexista… es difícil pero es una responsabilidad hacer uso del lenguaje inclusivo…»

Os animamos a escuchar esta entrevista que con ese enfoque pedagógico del que hablábamos al principio pretendemos sensibilizar en el uso del lenguaje inclusivo y concluimos que para ello:

  • Hay que tener la intención de hacerlo, querer realmente incluir a las mujeres en lenguaje inclusivo.
  • Buscar referentes femeninos
  • Revolucionar el lenguaje para conseguir esa igualdad real entre mujeres y hombres.
  • Entender el feminismo como lo que es, un movimiento que persigue la igualdad real entre mujeres y hombres.

Entrevista a Ester Pelayo Márquez, Agente de Igualdad:

Ester Pelayo es Agente de Igualdad en el distrito de La Latina de la Dirección General de Igualdad entre mujeres y hombres del Ayuntamiento de Madrid.

Las agentes de igualdad del Ayuntamiento de Madrid tienen varias líneas de trabajo:

la primera el asesoramiento a profesionales con una actitud formativa donde puedan incluir en su trabajo diario la perspectiva de género. Otra línea de acción que desarrollan son diversos programas de prevención de violencia de género, en escuelas e institutos, donde está la base para las actitudes del mañana, en las aulas, recreos y a través de las TICs. Otra línea es el trabajo de empoderamiento con las asociaciones, colectivos y las mujeres para que vayan cogiendo las riendas de su vida ( conciliación, apoyo, refuerzo de la autoestima, gestión del ocio y tiempo libre y el trabajo…etc.). Otra línea de acción son las campañas que realizan durante el año ( en noviembre, marzo ) que ayudan a sensibilizar.

Para Ester, «…el lenguaje inclusivo es la forma de hablar de manera hombres y mujeres se sientan incluidas en ese lenguaje…»

Con el uso del genérico masculino que se utiliza la realidad nos ha mostrado que no está incluida la mujer. El androcentrismo nos acerca la realidad del hombre. La historia nos acerca el poder del hombre por encima de la mujer, por lo que el centro de atención, el foco de todas las cosas se ven desde una perspectiva masculina, en todos los ámbitos ( en la comunicación, en la historia, en las profesiones…) El sexismo carga su intencionalidad en un lenguaje con un valor que empobrece y menosprecia a la mujer.

La sociedad tiene un papel importante en la igualdad entre mujeres y hombres. En la realidad en la que estamos comprobamos en todo momento como el lenguaje no es inclusivo.

Para Ester Pelayo, además, no hay consciencia de que no sea inclusivo. No somos conscientes de qué ejemplos ponemos ( por ejemplo en la escuela en los problemas de matemáticas hasta hace muy poco, y todavía, las cuentas de las peras y las fresas hacían referencia a las madres y la velocidad del coche hacía referencia a los padres…) Uno de los motivos es que «…tenemos una socialización importante respecto a la forma de dirigirnos al mundo que no somos conscientes pero que producen efecto..» «…hace falta un trabajo de reflexión y de ver que realmente es importante…»

Hay políticas que trabajan para conseguir una igualdad entre mujeres y hombres pero se requiere tiempo, esto es algo meticuloso. La intención, desde estas políticas, está poniéndose sobre la mesa.

La educación en las aulas y en cualquier proceso formativo debe llevar integrado el uso del lenguaje inclusivo. ¿Cómo podemos hacerlo? Ester ve más posibilidades que desde la educación no formal (donde se acerca el aprendizaje y la enseñanza de otra forma más transversal y participativa) se trabaje de manera más inclusiva. Sin embargo, desde la escuela, con muchas más presiones y unas circunstancias más difíciles las cuales hacen que se necesite más ayuda, más herramientas y recursos con los que desarrollar ese lenguaje inclusivo que motive al cambio.

«… hace falta el preocuparse, hay posibilidades de recursos y herramientas que pueden asesorar… no es fácil pero si es asequible… interiorizarlo desde lo personal… desde lo emocional…»

La infancia es más receptiva a incluir el lenguaje inclusivo. Pero para personas más adultas el cambio de pasar del genérico masculino a uno más inclusivo es más difícil, porque la educación ha corrompido ese lenguaje, de la misma manera que lo han hecho los medios de comunicación, la publicidad a través de los estereotipos que manejan.

«…somos nosotras y nosotros las que tenemos la capacidad de cambiar.. la clave está en ver en cómo podemos contribuir, como cuidar…»

Es curioso como los modelos alternativos de cambio que existen en esta sociedad son silenciados por los modelos de siempre. Una de las claves es sacar de los ámbitos minoritarios estos modelos y sacarlos y reconocerlos. Ester nos recomienda el uso de herramientas y recursos para trabajar el lenguaje inclusivo en las acciones formativas, tanto para el aprendizaje como para la enseñanza, como por ejemplo la aplicación Nombra en red. También trabajar los propios textos con los que enseñamos y aprendemos de manera grupal, para detectar el lenguaje no inclusivo y transformarlo, con la tutoría de las personas formadoras y el trabajo del alumnado.

Lo más importante, según Ester, es «…trabajar desde la emoción… es motivante tener a la gente delante pensando que estás ahí con ella y con él…», «…diferentes puntos de vista de la diversidad que tenemos delante. Hombres, mujeres, con diferentes circunstancias de origen, de movilidad de todo. Si esto lo tenemos en cuenta, las personas que están formándose estarán motivadas y tú saldrás reforzada…»