El pasado fin de semana se celebró en el Centro Vecinal de Cinesia, en San Cristóbal de Los Ángeles, el evento de cierre del proyecto Alimentando la Igualdad, impulsado por Justicia Alimentaria y OMC Radio. Tras un año de sesiones, talleres y reflexión colectiva, la jornada reunió a mujeres participantes de distintos distritos de Madrid para compartir experiencias y aprendizajes.
La alimentación como derecho y cultura
La alimentación fue el eje central de los talleres: no solo como necesidad básica, sino como parte fundamental de nuestra salud, cultura y forma de relacionarnos con el mundo. Las participantes coincidieron en que los encuentros les ayudaron a tomar conciencia crítica sobre lo que comemos y cómo lo consumimos.
Aprendizajes clave:
Entre los temas más valorados por las participantes se encuentran:
• La importancia de leer e interpretar etiquetas para conocer realmente lo que consumimos.
• La necesidad de cuestionar la cultura de las dietas y entender la alimentación como salud y bienestar, más allá del peso o la apariencia.
• La reflexión sobre el impacto del sistema alimentario global y su relación con el consumo masivo y el desperdicio.
• El descubrimiento de Justicia Alimentaria como institución comprometida con la salud y el derecho a una alimentación justa.
Una frase resonó especialmente en la mesa: “Dime lo que comes y te diré de qué sufres.”
Un cierre que abre caminos
El proyecto Alimentando la Igualdad concluye con la satisfacción de haber generado espacios de aprendizaje colectivo y conciencia crítica. Las mujeres participantes se llevan herramientas prácticas para mejorar su alimentación y reflexiones profundas sobre el sistema que la condiciona.
Más allá del cierre, este encuentro deja claro que la alimentación es también un terreno de lucha por la igualdad, la justicia y la salud comunitaria.



