Los escritores, tienen también hábitos consolidados que se vuelven imprescindibles a la hora de sentarse a escribir.

Es necesidad para ellos contar aquello que le bulle en la cabeza, y qué mejor forma que plasmarla en el papel. Escribir, para un escritor, es vivir tantas vidas como historias inventa.

Escribir es gozar del momento, es saborearlo, disfrutar mientras te mezclas con todo cuanto puedas imaginar. El escritor tiene la suerte de conocer de primera mano a los personajes, porque los crea como le viene en gana, tiene el privilegio de discutir con ellos en momentos determinados, y los maneja a su antojo siempre que los personajes se dejen manipular, claro, porque hay momentos, en los que los personajes se rebelan, y llegan a crecer tanto que si se descuida el autor, pueden incluso llegar a matarlo.

LOLI.

Que disfrutéis del programa.