Asegura un hombre tener un manuscrito que data del año 1600, en el que se revela, cómo fue que Sancho Panza se hiciera de un caballo para su señor Don Quijote de la Mancha, y al que más tarde bautizara éste, con el nombre de Rocinante. Caballo con el que emprendiera sus correrías de caballero andante. Y, parece ser, que tal como el escudero a su señor contó que sucedió hasta hacerse con el animal, el famoso hidalgo anotó dejando constancia de ello. Más de tal hazaña, nadie jamás nunca supo, tal vez, por quedar olvidado en la mesa del escribano, o bien porque así él lo quiso. Sea como fuere así reza:
“Yo mi señor, pagué lo acordado por el único animal que vi en dos leguas a la redonda, desapareciendo el hombre con los dineros así que yo diera la vuelta. Mucha prisa tendrá, pense de buena manera, más la prisa que le entró, era por no ver la coz que de seguro me diera, porque el caballo, señor, tiene tan mala intención, que ni acercarme siquiera. Pero en una de esas fui más ligero que él… (Loli Piña)
Si queréis saber cómo termina la historia, os recomiendo que escuchéis el programa.
Deseamos os guste.
Esperanza Monjas Sierra en el sonido.
Guión y presentación Loli Piña